Quiero compartir con todos, la alegría de saber que aun existen muchos jóvenes que creen en el amor de pareja, especialmente refiriéndonos al pololeo.
Juan nos introdujo en forma muy didáctica y entretenida en el tema, nos quedó claro que el mino y la mina suelen tener más éxito en sus conquistas, pero que muchas de estas conquistas suelen ser un tanto superficiales.
También nos quedó claro que el pololeo basado en el respeto y la verdad nos ayuda a crecer como personas y como pareja.
En los grupos la cosa estuvo muy buena, ya que los muchachos y muchachas hicieron muy buenos aportes respecto a las características necesarias para un pololeo sano y entretenido.
Les quiero adelantar algo para el próximo encuentro, pensando especialmente en las interrogantes que surgieron en el trabajo grupal; tales como ¿es el pololeo una vocación?, ¿es lo mismo pololear que estar de novios?, sexualidad y pololeo, las etapas del amor, ¿por qué si el amor es verdadero se termina?, pololeo y tiempo de duración y algunas sorpresitas.
Bueno me despido, esperando que nos reencontremos junto al Gran Maestro, dejemos que sea El quien nos enseñe y nos guíe.
De manera muy especial me quiero dirigir a todos los jóvenes que pololean, ustedes tiene mucho que enseñarnos a los más adultos, ayúdennos a reencantarnos con nuestras parejas, en ustedes se gesta una gran esperanza de hacerlo bien, de mejorar la sociedad desde la vida en pareja y luego en familia, no olvidemos nunca que EN TODO DEBEMOS AMAR Y SERVIR.
Víctor Cerda Espinosa, profesor de Religión y Orientador.
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